Se parte de que el cerebro y los huesos del cráneo que lo
alojan se hallan en constante movimiento, un micro-movimiento en realidad, que
permite que el líquido céfalo-raquídeo se mueva permanentemente irrigando el
cerebro, esto recibe el nombre de Movimiento Respiratorio Primario.
El individuo puede verse sometido a tensiones en esa área
desde el mismo momento del nacimiento, el bebé al atravesar el canal de parto
sufre tensión craneal y desde ese instante se van produciendo a lo largo de la
vida una serie de circunstancias y actos que llevarán a que esta situación
empeore en lugar de mejorar.
Golpes, estrés, movimientos bruscos, accidentes o cualquier
otro tipo de acción que implique posibles traumas físicos o químicos para el
cerebro y el cráneo se traducirá en un mal funcionamiento de ese movimiento
mencionado anteriormente.
Esto puede traducirse en:
🚩 Dolores de cabeza,
🚩 Falta de sueño,
🚩 Sinusitis,
🚩 Migrañas,
🚩 Dolor en la mandíbula,
🚩 Dificultad
respiratoria,
🚩 Dolores de espalda,
🚩 Cansancio,
🚩 Aturdimiento,
🚩 Mareos.
El terapeuta en este caso orientará sus esfuerzos en
establecer una “comunicación” efectiva con el estado que presenta el paciente;
se trata de “escuchar” el movimiento respiratorio primario y determinar cómo
lograr liberar la tensión que pueda tener el individuo.
Para esto no se pueden realizar movimientos bruscos ni
masajes que alteren ese ritmo natural, se trata de ir liberando las tensiones
internas que puedan impedirlo mediante un tacto suave, no invasivo ni violento.
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